Probablemente una de las palabras más utilizadas cuando hablamos de producto digital
es UX o Experiencia de Usuario. Este concepto pretende resumir todas las sensaciones,
emociones y sentimientos que le produce nuestra aplicación, así como la percepción de
valor y otros factores que componen lo que el usuario experimenta con nuestro
producto a lo largo de todo el periodo que dura su relación con el mismo.
Según la wikipedia: La experiencia de usuario es el conjunto de factores y elementos
relativos a la interacción del usuario, con un entorno o dispositivo concretos, cuyo
resultado es la generación de una percepción positiva o negativa de dicho servicio,
producto o dispositivo. Ésta depende no sólo de los factores relativos al diseño
(hardware, software, usabilidad, diseño de interacción, accesibilidad, diseño gráfico y
visual, calidad de los contenidos, buscabilidad o encontrabilidad, utilidad, etc) sino
además de aspectos relativos a las emociones, sentimientos, construcción y
transmisión de la marca, confiabilidad del producto, etc.
Al mismo tiempo UX es uno de los conceptos más ambiguos, abstractos y poco
definidos que encontrarás en lo referente a producto. UX es lo equivalente a la filosofía
con respecto a la ingeniería en la sociedad, pero aplicado al desarrollo de producto
digital.
Tenemos que tener en cuenta la experiencia que está generándose en la cabeza de
nuestros usuarios y tratar de asegurarnos de que es buena, pero sin volvernos locos.